jueves, 3 de abril de 2014

La vida es así.

 Sí, la vida es así. Cuando más feliz crees ser, llega algo que te derrumba. Cuando todo lo tienes bajo control, un día y en un instante todo se desordena. Cuando alguien viene para quedarse, otra persona se va para no volver. Puedes dar cientos de consejos a tus seres queridos, pero muy difícilmente los cumplirías tú mismo. Aunque no todo es malo. Cuando no ves ninguna salida, llega alguien o algo que te hace ver algunos caminos que puedes tomar. Cuando estás triste, llega una persona que te hace reír a carcajadas. Cuando menos te lo esperas, la vida te brinda otra oportunidad. Desafortunadamente, muchas palabras tienen su contrario; feliz - triste, reír - llorar, nacer - morir, bienvenida - despedida, conocido - desconocido, amor - desamor, sueños - pesadillas, luz - oscuridad, positividad - negatividad, conseguir - perder, intentar - desistir, etc. ¿Y  si las palabras no tuvieran un contrario? ¿Por qué todo tiene que ser una de cal y otra de arena? ¿Qué pasaría si afrontaras el dolor riéndote? ¿Cambiaría el mundo al saber que no hay una parte negativa o que no hay nada que pueda borrar tus sueños? Podrías poner tu granito de arena, sin temor a nada. Ese mismo, el temor, es el que te impide realizar cosas que siempre has deseado. ¿Y si sustituyeras temor por valentía? Muchas cosas cambiarían a mejor. No hay límites, éstos sólo existen porque te los pones en tu camino. Puede que no cambies el mundo si sonríes ante el dolor, pero hay algo que mejorarás; tu propia felicidad. Sí, la vida es así.


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