lunes, 26 de mayo de 2014

Volver a sentir.

 Y aquí estoy, pensando algo sobre lo que escribir.

 A veces somos capaces de transmitir tantas emociones a través de las palabras, que el bello de la piel consigue erizarse. A unos se nos da mejor escribir en prosa y a otros en verso pero todos tenemos algo en común, hacer sentir. Hacemos recordar a los más olvidadizos, temblar a los más valientes, sonreír a los más tristes, descongelar el corazón más frío o, simplemente, hacer sentir a quien ya no sentía nada.
 A veces somos capaces de escribir sentimientos que no sabemos expresar en el momento. Como dicen:”Si un escritor se enamora de ti, nunca morirás, porque vivirás entre líneas y recuerdos para él”. El amor no sólo se encuentra en la pareja. El amor está en tus seres queridos, tus objetos más preciados, tus mascotas, tu alrededor o tus recuerdos. El amor se encuentra en cada pequeño detalle, momento y situación de tu vida. Otra de mis frases preferidas es: “Nadie muere mientras permanece vivo en el corazón de alguien”. Mi abuela, que en paz descanse, siempre permanecerá viva porque siempre le escribo y lo muestro a mis familiares, haciéndoles recordar mi infancia con ella o sus vidas a su lado. Las fotos o los vídeos, con el tiempo, se desgastarán. Las palabras o los sentimientos, con el tiempo, seguirán siempre en tu corazón. Todos escribimos. Escribimos para no olvidar. Escribimos para recordar. Escribimos… Para volver a sentir.

Y aquí estoy, pensando que jamás dejaré de escribir.


Y es que...

 Y es que cada mañana me despierto pensando en ti. ¿Sabes cómo? Con una enorme sonrisa. Una sonrisa a causa de tus bromas la noche anterior, de tus bonitas palabras o de los silencios en los que nos miramos y no hace falta nada más.
 Y es que cada tarde sigo pensando en ti. ¿Sabes cómo? Recordando nuestros comienzos juntos, deseando que llegue el mañana, el pasado mañana y mucho más tiempo a tu lado.
 Y es que cada noche termino pensando en ti. ¿Sabes cómo? Soñando que estoy contigo, despertando abrazados. Siendo espectadores de una maravillosa actuación a través de la ventana, el amanecer. Nuestro amanecer.
 Y es que cada segundo del día te quiero. ¿Sabes cómo? No se puede explicar. ¿Sabes por qué? Porque eres tú y te quiero, no hay más.





jueves, 22 de mayo de 2014

Frío.

 Con los pies fríos no se piensa bien, con la mente fría se toman buenas o malas decisiones pero, con el corazón frío, no se ama bien. No se sabe amar.


Cuando no lo buscas.

 Cuando no lo buscas, cuando menos te lo esperas, lo encuentras o sucede. -Vale para todas las cosas, situaciones o sentimientos de la vida-.


El deseo.

Cómo negar lo que siempre he deseado.


El pequeño colibrí.

 El pequeño colibrí se convirtió en una enorme águila cuando defendió a su amada de aquellos humanos. El águila lo envidió. 


Querámonos.

 Te quiero aquí, a mi lado, conmigo y ahora. Te quiero a ti. Bailemos, no bajo la lluvia, sino en nuestra intimidad, sin música. Sólo nuestras almas unidas y silenciosas dejándose llevar por un ritmo lento e improvisado, un ritmo marcado por nuestros corazones. Amémonos, no como en las películas, sino como nosotros sabemos, a nuestra única y especial manera. Hablemos hasta ser interrumpidos por un beso inesperado y, después, otro, otro y otro más. Besémonos, probando nuestros tiernos labios y deseosos el uno del otro. Abracémonos tan fuerte que nuestros cuerpos se fundan en uno sólo. Respiremos nuestros perfumes, no los de los botes de colonia, sino los de nuestra propia piel. Démonos los buenos días, buenas tardes y buenas noches juntos y abrazados. Regalémonos silencios, porque nuestras miradas lo dicen todo.  


martes, 20 de mayo de 2014

Siete meses y medio.

 Madre mía… ¡Ya tengo 1000 seguidores y lectores en Google+! La verdad es que, en tan sólo 7 meses y medio, las cifras de todo mi mundo literario son increíbles.

 Desde el 1 de Octubre hasta hoy, las visitas en mi blog son de 18.200. Son 104 los escritos publicados en mi blog. Son 1000  lectores los que me comentan y animan cada día. Siempre seguiré diciendo que ellos son los protagonistas de cada una de mis historias. Tras nunca dejar de participar en concursos, ya tengo 5 textos literarios publicados en libros y, en un concurso de cartas de amor por radio, entre 180 autores quedé en 4ª posición. En otra red social como Twitter, gracias a escribir, tengo casi 2000 mil seguidores, sobre todo escritores. ¡No puedo estar más contenta! 

 El primer día que empecé con esto, nunca imaginé conseguir todo lo que he conseguido hasta el día de hoy, que no son premios, sino el sentimiento de superación y saber que puedo dar muchísimo más de lo que yo creía. Y es que llega un día en el que ocurre algo que da un giro de 180º a tu vida. Sin haber escrito nunca antes, el pequeño gesto de hacerlo en mi blog de notas del móvil, lo cambió todo. “No lo verá nadie. ¿Por qué no?”, me decía yo misma. Cuando ya tenía varios escritos, se los fui enseñando a mis amigas y, para mi sorpresa, les encantaron. Mi familia se quedó tan sorprendida como yo al ver lo que era capaz de crear, de las palabras que salían de mi cabeza… Todo eran y son sentimientos. Después me decidí, no con mucha confianza a ser leída, a crear mi blog en Internet. Desde ese día hasta hoy, 7 meses después, me cuesta ser consciente de, sin haber sido antes ninguna experta en este mundo, realizar todo lo que he hecho. Yo lo considero un maravilloso don. Antes de este descubrimiento estaba un poco perdida en la vida, no era especialmente buena en casi nada pero ahora sé quien soy. Y es que cada segundo descubro algo nuevo de mí misma a través de las letras. Eso es lo mejor de todo. Nunca creí realizar una pequeña parte de una novela, conocer al escritor Blue Jeans, escribir tantos escritos, que me hayan hecho entrevistas, hablar con escritores, conocer personas con mi misma afición, que me pidan consejos sobre mi manera de escribir o poder ganar concursos. Todo es tan nuevo, inexplorado y emocionante…

 Hoy puedo decir que, el mágico mundo de la escritura, me ha cambiado la vida.


jueves, 15 de mayo de 2014

Es inevitable recordar.

 Hoy es uno de esos días en los que no sabes qué te pasa, que estás de bajón y no encuentras el por qué. Tienes uno y mil motivos para sonreír, pero te pones triste. Lo tienes todo pero sientes que te falta algo. Quizás sean los recuerdos, quizás las personas que se encontraban en ellos, quizás los momentos más bonitos de tu vida, quizás. Tienes cientos de razones para ser feliz y eliges una que te entristece el día, impidiéndote sonreír. Tanto las personas positivas como las más alegres, siempre tienen momentos de tristeza como todos, pero los de su alrededor se extrañan al verlas así. Sí, todos vemos el lado negativo de las cosas pero intentamos que los demás no lo hagan. Sí, todos nos sentimos mal aunque no lo demostremos, para no preocupar a nadie. Supongo que cuando no encuentras un motivo para saber el por qué de tu desánimo, por más que busques en tu interior, no se debe a algo material que no puedas conseguir, sino a ese abrazo que ya no recibirás, a ese perfume característico que ya no olerás y a esa persona que ya no volverás a ver. Ya no. Y es que, cuando más feliz estás, el recuerdo de ese alguien te llena el alma de añoranza. Dicen que si dejamos el pasado atrás seremos felices pero... Es inevitable recordar. Cuando no puedas salir de esa angustia, visualiza los momentos alegres y divertidos que has vivido y, poco a poco, se irán reflejando en tu rostro a través de una sonrisa. No vivas en el pasado, sólo recuérdalo con una sonrisa. Haz que este día a día sea lo mejor de tu vida.



miércoles, 14 de mayo de 2014

Días diferentes.

 ¿Y si hacemos que cada día tenga varias celebraciones? Hay diversos días del año en el que se homenajea a personas, profesiones o alguna causa. ¿Y si, en lugar de ser sólo una vez al año, los celebráramos los 365 días? ¿Sería una locura? El día de los solteros, 13 de Febrero. San Valentín, 14 de Febrero. De la madre, 4 de Mayo.  Del padre, 17 de Junio. De la Tierra, 22 de Abril. La Paz, 21 de Septiembre. La amistad, 30 de Julio. La felicidad, 20 de Marzo. Y, así, una lista interminable de días que tratan sobre algo. Creo que lo más bonito sería hacer que siempre, en cada minuto, hora y segundo te dieras cuenta de todo lo que tienes. Dar gracias y cariño a toda tu familia, demostrar siempre tu amor, agradecer a los trabajadores todo lo que hacen por nosotros aunque no nos demos cuenta, mantener a tu lado a esas amistades verdaderas, estar triste y pensar que podría ser el día de la felicidad, etc. Todo lo verías desde un punto de vista distinto, más positivo. Cosas que pueden pasar desapercibidas o parecer comunes y simples. Pero, como dicen, en la simpleza de las cosas está la grandeza, la belleza y la perfección.

 Mañana, para mí, será el día del libro, la felicidad, la amistad y la familia. ¿Por qué? Porque continuaré la lectura de mi libro preferido, sonreiré sabiendo que tengo mucho que agradecer y demostraré todo mi cariño a mis seres queridos por estar ahí en todo momento y apoyarme. Pasado mañana será el día los enamorados, de Fin de año y el de los abuelos. ¿Por qué? Porque le diré a mi pareja todo lo que le quiero, iré de fiesta, bailaré hasta no poder más y echaré de menos a mi abuela, que hace más de un año nos dejó.

 Puedes elegir las celebraciones que más te gusten y realizarlas al segundo. Si pensáramos de esta manera, todo sería mucho mejor. Haz que cada segundo de tu vida sea una celebración constante. ¿Por qué no? 


Luna llena.

 Y esta noche la luna llena está para ti, para que la observes sonreír. Siempre la verás y te quedarás así, mirándola durante unos largos segundos, apreciando su simple belleza. Ella, tan coqueta, es el centro de todas las miradas, canciones, fotografías o películas. Su escenario es el cielo, la hora de protagonismo es la noche y sus acompañantes son las estrellas. 
 Tienes todo un espectáculo allá arriba. Solamente tienes que parar un segundo y contemplar porque, esta noche, la luna llena está para ti.


domingo, 11 de mayo de 2014

La fuerza de su amor.

 Él va conduciendo en su coche, feliz, deseando verla. Dentro de veinticinco minutos o menos la tendrá entre sus brazos ya que, por suerte, no hay demasiado tráfico en la carretera. Hace dos días que no se ven y, para ellos, son una eternidad. Pone un CD que contiene la canción preferida de ambos. Esa canción que sonaba cuando se dieron su primer beso, “Love of my life” de Queen.

 Hace dos años se conocieron gracias a unos amigos. Nunca antes habían creído en el amor a primera vista, hasta que sus miradas se cruzaron. En su primera cita, la llevó al sitio más romántico que conocía. Era un restaurante con una pista de baile al fondo. Una banda de música tocaba una canción lenta y él tomó la iniciativa de invitarla a bailar. Ella adoraba dejarse llevar por la música, así que aceptó. En medio de la pista había una pareja anciana y otras dos más jóvenes. Al parecer, ellos dos eran los únicos de veinte años. Con timidez, la cogió de la cintura y ella puso sus manos en los hombros, con delicadeza. La canción “Love of my life” comenzó a sonar. Sus miradas no podían apartarse, sus sonrisas iluminaban hasta la noche más oscura y sus rostros estaban cada vez más cerca. El mundo desapareció y sólo quedaron ellos dos, la música y un beso. Un beso que les hizo sentirse infinitos. Un beso que les hizo saber que estaban hechos el uno para el otro. Un beso que les hizo creer en el amor a primera vista. Sintieron, supieron y creyeron.

 Ella está en su casa, esperándole ansiosamente. Se ha puesto más guapa que nunca. El maquillaje que ha usado es de un tono natural, como a él le gusta. Una base, un poco de colorete, una fina raya de ojos, rímel y un tono de labios clarito. Se ha ondulado el cabello, largo y negro. Sus ojos azules se miran en el espejo, confirmando que todo lo que ven esté correcto y le guste. Ya no sabe qué hacer durante la espera. Se sienta en el sillón. En ese momento recuerda una frase que leyó en un libro: “Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.” Cuando lo conoció, entendió aquella frase. Coge el móvil, pone música y espera.

 Se encuentra en una carretera de cuatro cruces. Mientras espera en un semáforo en rojo, que sabe que dura bastante, coge su móvil. “Ya sólo quedan diez minutos, reina”, escribe. Ella, al segundo, responde con montones de “te quiero”, acompañados con iconos de felicidad, besos y corazones. Él sonríe ampliamente, mientras deja el móvil en el asiento de al lado, y se prepara hasta que el semáforo se pone en verde. Cuando este cambia de color cruza y, sin esperarlo, un conductor borracho se le echa encima sin tener tiempo para esquivarlo.

 En ese mismo instante, la chica siente algo en su corazón. Un “pum”. Algo le desconcierta, sin saber qué. “¿Cuánto te queda, amor? Ya ha pasado más de diez minutos”. “¿Hay mucho tráfico?”. “Ven ya, te echo de menos. Te quiero”. Ningún mensaje respondido. Muy raro, siempre le responde pronto. Cada vez se impacienta más. Empieza a dar vueltas por la casa, recorriendo cada rincón. Le llama. Comunica. Tras cinco minutos, vuelve a llamarle. Ahora da la llamada y se alegra. Suena “ring, ring, ring…”. Nadie responde al otro lado del teléfono. Pasa una hora. Llama, llora y desespera. Ve ambulancias pasar por delante de su casa. Sus ojos se abren de par en par y sale de su casa todo lo rápido que sus piernas le permiten. “Que no sea él, que no sea él, por favor”, se repite. Cuando llega al lugar donde se encuentran las ambulancias, cerca de su casa, lo ve. Ve un coche empotrado en uno de los lados de otro coche. Su coche. Aquel en el que pasaron tantos momentos maravillosos, viendo paisajes, estrellas y entregándose al amor. Ese coche, destrozado. No puede verle, ya que los médicos le rodean, actuando de manera rápida. Siente que se ahoga, que no puede respirar. Siente que su corazón se ha roto, que ha desaparecido la parte más importante, él. Cuando se acerca más a la escena, pasando a través de las personas, lo ve en una camilla. Aunque los médicos le impiden el paso, la furia puede con ella y logra esquivarlos hasta ponerse a su lado. Las lágrimas salen de ella como si de una catarata se tratara. Tiene heridas, sangre, moratones. Ya no volverá a ver aquellos ojos verdes abrirse. Aquellos que la conquistaron. Cuando se apoya en su pecho, siente una leve respiración. La chica se aparta, sin saber si se lo ha imaginado. Él abre los ojos con dificultad y, las únicas palabras que salen de su boca son “qué guapa estás”. Ella, sabiendo que tiene el rímel por toda la cara y los ojos hinchados, se echa a reír y le responde “tú también estás precioso, amor”. Ambos sonríen y se dicen “te quiero” al unísono.

Al fin, sus corazones vuelven a estar completos, unidos. La fuerza de su amor le ha hecho despertar. Le prometió que nunca la dejaría sola.


miércoles, 7 de mayo de 2014

Te volveré a ver.

 Te quiero, amor. 

 Normalmente nuestras cartas comienzan con un saludo, lo sé, pero quiero que esas palabras sean lo primero que leas.

 Se me hacen muy difíciles nuestras llamadas telefónicas. Vuelvo a escuchar tu voz y te siento cerca pero, cuando colgamos, la soledad regresa a mí. En nuestras vídeo llamadas muero cuando veo que no puedo acariciarte, besarte o nos dejamos de ver, simplemente, dándole a un botón del ordenador.

 Cómo me gustaría estar ahí contigo. Sé que te tuviste que ir de la ciudad para conseguir un trabajo pero, echarte de menos, era y es inevitable. Llevamos tres años juntos, ya mismo cuatro. Cada vez deseo que llegue el día, la hora y el minuto para verte. Estás poco tiempo aquí pero con una semana al mes, dentro de lo que cabe, soy más que feliz. Soy feliz porque te veo, te acaricio, te beso. Soy feliz porque vuelvo a oler tu perfume que, poco a poco, se me había ido olvidando. Aunque te aseguro que, ningún pequeño detalle de ti y de todo lo que hemos pasado, será olvidado de mi memoria. Soy feliz porque agradezco el momento en el que te conocí, por casualidad y sin haberte buscado.

Me encantan nuestros pequeños detalles. Palabras o situaciones que sólo nosotros sabemos cuándo decir o hacer. Cada vez que te digo:
    -¿Crees en las casualidades o el destino?
Respondes:
    -No. Pienso que nosotros mismos, de una forma u otra, hemos hecho que suceda lo que nos ha pasado.
    -¿Y si te digo que eres la casualidad más bonita que jamás me ha pasado?
    -Entonces sí, amor, lo creo. – Acompañándolo con un precioso beso.
No tenía mucho sentido, pero nos encantaba decirlo, riéndonos y amándonos.

  Vimos la película de Querido John en el cine, aunque tú preferías ver otra porque no te gustaban las romanticonas pero te convencí. Al verla, hubo algo que se te quedó grabado pero no me lo dijiste. Fue el día en el que nos despedimos. Ese momento en el que pronunciaste la siguiente frase, lo que hizo que nos sintiéramos juntos en la distancia. Me cogiste el rostro con tus suaves manos y pronunciaste el diálogo que nunca se te olvidó:
    -¿Sabes qué? “¿Te has dado cuenta de lo grande que es la Luna cuando sale y lo pequeña que es cuando está en lo alto del cielo?
- Eso depende de tu perspectiva. En realidad, no importa dónde está el cielo o dónde estás tú en el mundo, si levantas la mano y cierras un ojo, nunca es más grande que tu pulgar.”


 Cuando te fuiste decidimos que, a las once de la noche a través de nuestras videollamadas, pronunciaríamos ese diálogo, nos asomaríamos a la ventana y dirigiríamos nuestro pulgar hacia la Luna. No sabía si era magia o que te tenía tan dentro de mi corazón que, al realizarlo a la vez, te sentía más cerca, como si uniéramos nuestros pulgares.
     -“Cuéntame todo. Escribe todo, garabatea en un cuaderno, envíame un e-mail. No importa, pero yo quiero saber todo. Así estaremos siempre juntos, aunque estemos separados. De esa manera, cuando menos lo esperemos, nos volveremos a ver."
 Frases. Simples frases de una película que nos llegaron al alma y describían totalmente nuestra situación. Por eso, esa siempre ha sido nuestra favorita. Por eso, siempre dijimos que nuestra vida era de película.

 Pasado mañana te volveré a ver. Nunca creí que, esperar la llegada de un tren, me produciría tantos sentimientos encontrados. Tantos momentos de soledad olvidados. Tantas lágrimas silenciosas borradas. Porque tú estarás en ese tren y te volveré a besar. Nos volveremos a besar y me dirás la frase que siempre espero que digas cuando llegas:
 -“Dos semanas juntos. Eso fue lo que me llevó. Dos semanas para enamorarme de ti.”

 Incluso en la distancia, el eterno recuerdo de una película es lo que nos une cada día más. Te amé cuando te conocí, te amo cuando estoy contigo, pero te amaré aún más cada vez que te alejes de mi lado, porque sé que te volveré a ver.

 Hola, amor.


martes, 6 de mayo de 2014

Aprendí.

Me enseñaste a ser feliz y a sonreír. Aprendí… Aprendí a quererte, amor. 


Tercera entrevista.

+alvaro prian me ha realizado esta entrevista. Trata sobre algo diferente, algo nuevo. He creado una página web en la que doy consejos y presto mi ayuda por email a personas que la necesiten. Aquí te dejo el enlace: www.preguntaleaalba.yolasite.com . 

 1. ¿Cuándo te decidiste a crear esta nueva “bitácora”? ¿Te costó mucho decidirte a crear una página web de este estilo?
 Sinceramente, se me ocurrió ayer y hoy la he realizado. Soy una persona que, si tiene una idea que le llama la atención, no puede dormir por la noche pensando en todo lo que podrá añadir o escribir en la página.
 Algo en mi cabeza se encendió y decidí a hacer esta página web yo misma, en unos segundos. Siempre que se me ocurren ideas como el blog o esto, las realizo al día siguiente.

 2. Tu proyecto personal es ayudar, motivar, y encontrar valores a las personas. ¿Puedes resumir en que se basa ese proyecto nuevo, yo diría que original?
 A mí siempre me ha gustado ayudar a los demás, dedicarles mi tiempo resolviendo las dudas o preocupaciones que tuvieran. Pensé: Si he ayudado a mis amigos y me dicen que doy muy buenos consejos, ¿por qué no ayudar a personas desconocidas? Me resulta algo muy gratificante.

 3. ¿Qué características ves en ti que, de alguna forma, te gustaría que tomaran la gente? Es decir, ¿qué características quieres que vea la gente de ti?
 Quiero mostrar que hay personas y sitios en los que, aunque no conozcas a esa persona, puedes recibir ayuda. Quiero que vean que hay gente que se dan a los demás, dispuestas a echar una mano a cambio de su agradecimiento. Quiero que sepan que no todo se hace a cambio de dinero o un premio, sino que todavía existen las ganas de ayudarse los unos a los otros. Me gustaría que vieran el lado positivo de las cosas y de la vida y que supieran que, ya sea tarde o temprano, todo tiene una solución aunque no la veamos en el momento.

 4. ¿Explica qué es lo que tiene que hacer la gente para ver tu proyecto, en qué consiste y por qué quieres ayudarles?
 Para ver mi proyecto he puesto el enlace de la página en varias redes sociales, para que así más personas puedan verlo y espero que, aunque al principio les resulte raro, participen y pueda resolver sus dudas.
 Consiste en escribir, en un formulario que hay en la página, tus dudas sobre amor, familia, descontento con uno mismo, concursos literarios, amistades, situaciones sentimentales o blogs. Aunque si tratara de algún otro tema, también intentaría resolverla.
 A menudo a la gente le resulta raro cosas como esta pero, ¿por qué no? ¿Por qué no crear algo así? Si no nos ayudamos los unos a los otros, ¿quién más lo hará? Me parece algo muy bonito.

 5. Dicen que no es fácil ayudar a las personas, ¿qué métodos utilizas tú para ayudarlas, compartiendo sus problemas, inquietudes o preocupaciones, por internet? ¿Te sientes agradecida por todo lo que haces? 
 Para poder darles el mejor consejo que pueda, investigo sobre ese tema o le explico alguna posible solución desde mi experiencia personal. Me pongo en su situación y le escribo, con total sinceridad, lo que yo haría en su lugar desde un punto de vista comprensible, realista y posible de realizar.
 Ellos me envían sus inquietudes o problemas por correo electrónico y yo las publico en la página pero, en el caso de que me digan que prefieren que sea privado, todo queda en los emails. Me gusta publicarlas para que así las demás personas aprendan algo nuevo que no sabían o, si tenían dudas parecidas, queden resueltas al leerlas.
Sí, estoy muy feliz con la vida que siempre he llevado y llevo. Tengo una magnífica familia, amigo/as y personas increíbles. Todo eso hasta hoy, me ha llevado a ser quien soy. Tener ideas como mi blog o este consultorio, me llenan el alma como nadie puede imaginar. Es la mejor etapa de mi vida, sin duda. 

 6. Para acabar, dinos qué mensajes das en tu nueva página. ¿Qué tipo de ayuda le das a las personas que acuden a tu nuevo sitio?
 Son tres los mensajes principales que quiero dar: Todo tiene solución. Hay que respetar a los demás pero, sobre todo, a uno mismo y saber valorarse. Hay que mirar el lado bueno de las cosas, sobre todo en los momentos de negatividad.
 Dependiendo del tipo de preguntas que me hagan, así serán las respuestas y ayudas. Si de algún tema no estoy muy informada, ayudo investigando y aprendiendo cosas nuevas. Si es un tema sobre los que he nombrado en la cuarta pregunta, opino desde mi punto de vista y experiencia.
 Mi visión sobre lo que he creado es la siguiente: Aunque sean escasas, no son raras las páginas web que ayuden a los demás. Son raras las personas que lo vean como algo raro. 

  

domingo, 4 de mayo de 2014

Deseos.

 Y es que hay pequeños momentos de la vida en los que depositas, de algún modo, todos tus sueños. Sueños que se convierten en deseos y estos, a la vez, en esperanzas. Pequeños momentos como, por ejemplo, soplar las velas de tu tarta de cumpleaños, dar la espalda a una fuente, cerrar los ojos y lanzar una moneda o ver pasar una estrella fugaz. Tres situaciones en las que apenas tienes unos segundos para pedir lo que más deseas que suceda. Tres situaciones en las que cierras los ojos para que se pueda cumplir. Aunque, a veces, no todo es tan fácil como cerrarlos y esperar a que todo lo bueno ocurra o a que todo lo malo pase de largo. Ojalá fuera tan sencillo. Vas moldeando tu vida cada día, cada segundo que pasa y en cada momento. Según tu visión del mundo o de ti mismo, actuarás de una manera u otra. Crees que, al pedir el deseo, se cumplirá y puede que así sea. Cuando ves que se ha realizado lo que pedías un día a una estrella fugaz, a una fuente o a una tarta de cumpleaños, agradeces que se te hubiera ocurrido esa idea en ese momento y eres feliz porque la vida ha sido buena contigo. Pero no sabes que ese sueño no se ha cumplido por esas tres situaciones, sino que ha sido gracias a ti. Gracias a un pensamiento, una decisión y una acción que tomaste pero no fuiste consciente de ello. Puedes poner todas tus esperanzas en algo, aunque sólo se cumplirá si tienes la fuerza, la energía necesaria y las ganas de conseguirlo. Todo está en tus acciones y en tu interior. Todo está dentro ti. 


La mujer perfecta.

 Hoy es un día muy especial. Un día para festejar a esa persona que nos enseñó a caminar, hablar, amar y a respetar. ¡Felicidades mamás del mundo! Una madre es esa persona que te dio la vida, que se enamoró de ti desde el primer segundo en el que te vio, que te ha cuidado hasta el día de hoy. Hace todo lo imposible para que no te falte de nada, para verte feliz o sacarte una pequeña sonrisa. Cuando está triste o llora, se aleja o lo hace a escondidas, para que nunca la veas débil y sepas que no hay nada que pueda con ella ante tus ojos. Nunca permite que estés triste y, si te ve así, se pone a tu lado para escucharte, aconsejarte y abrazarte. Son esos consejos los que te ayudarán en la vida y los que recordarás cuando ese problema se vuelva a repetir en el futuro. Son esos momentos y esos pequeños gestos a su lado los que no conseguirás olvidar de tu memoria. Son esos abrazos los que te llenan el alma y el corazón. Son esas miradas que, con tan sólo observarte, ya saben lo que te pasa. Son esas frases típicas y esos perfumes los que siempre te recordarán a ella. Da lo máximo de sus fuerzas para trabajar durante horas interminables aunque el sueldo no sea espectacular pero, para ella, lo importante es llevar dinero a casa y poder alimentar o dar algún capricho a sus hijos. Incluso, sin tener demasiado tiempo libre, te llevó al parque o a tu lugar favorito para que disfrutaras y rieras. Incluso, después de trabajar y estar cansadísima, te llevó a la cama, se sentó a tu lado y te leyó un cuento hasta quedarte dormido. Incluso, cuando no querías hablar con nadie y te encerrabas en ti mismo, ella estaba ahí para no separarse de tu lado. Hay madres casadas, solteras o viudas. Madres que no tienen la suficiente ayuda para salir adelante, que se enfrentan solas ante la vida con un hijo o que se van ahogando poco a poco entre las dificultades que se les presentan. Para ella, tú eres lo primero ante todo y lo demás es secundario. No le importa lo difícil que le resulte la vida porque te tiene a ti, su alegría, lo que le da fuerzas para seguir adelante sin rendirse. Daría su vida por ti, por su familia y por el bienestar de todos. De pequeño, te protegía bajo su abrazo cuando los truenos te asustaban o te hacían llorar. Te mostraba que no había monstruos en el armario o alguien que pudiera hacerte daño. Sabías que estaba ahí, protegiéndote en todo momento. Hoy no sólo es su día, sino que lo son todos los días del año. No esperes a que sea hoy para decirle todo lo que sientes, todo lo que la quieres y todo lo que le tienes que agradecer. Hazlo ahora, en cada momento y en cada situación que se te presente. Ella es tu escudo, tu lugar de refugio, la cocinera más buena del mundo, una maestra de la vida, la mujer más trabajadora, la mejor amiga que nunca te abandonará, tu confidente, la psicóloga que te ha hecho ser quien eres y una madre pero, sobre todo, una súper heroína. Gracias por todo lo que nos dais día tras día. Nunca nos faltéis en nuestra vida.
Te quiero, mamá.