viernes, 16 de enero de 2015

Medir la vida en palabras.

Los mejores escritos surgen al escuchar una canción que te inspire, al soñar o al observar una imagen que te emocione.

Haz de la máquina de escribir un piano, del piano una melodía y de la melodía una sucesión de palabras. Cierra los ojos y deja que tus dedos se deslicen libremente por el teclado.

Convierte cada escrito en un paso, un paso en una experiencia, una experiencia en un objetivo y un objetivo en un logro.

Porque para mí, la mejor manera de medir la vida no es en recuerdos, sino en palabras.


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